ANECDOTARIO

 A trabajar.....

Me cuentan, que tiempo atrás, se acudía a la plaza de Pastriz, a buscar faena, allí iban también los que podían darla, bien los que se les echaba encima el tiempo de sembrar o recolectar, o los que más terreno tenían, que por su volumen de fincas necesitaban de mano de obra.

Llegados todos al punto de encuentro, y por mas que se conocían todos, no era cuestión de logar a unos en desmerecimiento de otros, así que el que daba trabajo, pisaba al que quería logar, y  de esta manera, el pisado, sabía que al día siguiente, tenía faena, y un jornal que llevar a casa.

 El cuento del hombre pobre....

También me cuentan, válgame Diós, como hace muchísimos años, y en tiempos de pobreza, justo por cometer el pecado de ser pobre, al perro flaco todo se le volvían pulgas, y si tenían muchos hijos que alimentar, y el invierno azotaba con toda su crudeza, aún más.
No me quiero imaginar a aquél pobre hombre pensando....  "tengo que ir a por leña para calentar a la familia" pero a la vez rezando para que no le echaran el guante y le hicieran pagar una multa de unas pesetas, pesetas que quizá no tuviera, siquiera para pasar el mes. 

Que triste y que lejano se me antoja, y que poco valoramos en los tiempos que corren, el pesar de muchos de nuestros padres y abuelos, para sacar con inmenso sacrificio a las familias de donde procedemos, porque esta historia que me contaron, no es exclusiva de Pastriz, hubo tiempos pasados de hambre y calamidades para una mayoría, por eso desde aquí, rindo un merecido homenaje, a toda esa gente que tan mal lo pasó, con el deseo que no se vuelva a repetir.

 Sal pitando....

Esta historia, es la monda, una vecina muy conocida de Pastriz, se acababa de sacar el carnet de conducir. 

En su primera salida a Zaragoza, se hizo acompañar de su marido (copiloto), y de otro matrimonio más. Al llegar al primer stop, que había en el camino, su marido que en todo momento le iba indicando lo que debía de hacer, le dice; ahora, al llegar al stop, frenas, miras a ambos lados, y sales pitando.

Ella, que obediente es como ella sola, hizo lo que le dijo su marido, frenó, miró en ambas direcciones, y comenzó a tocar el claxon pensando.....a mi esto de pitar en los stops, no me lo habían enseñado en la autoescuela. La inocencia personificada. No me quiero imaginar al marido y a los acompañantes muertos de risa.

 

 A Zaragoza....
Tambien me han contado, que antes para pasar a Zaragoza a la altura del puente del Gállego, había que pagar un canon (fielato) para que te dejaran pasar, vamos como las autopistas de hoy en día. En la foto os podéis poner en situación.

Año probable de esta foto 1895, Puente colgante sobre el río Gállego. Varios carruajes se disponen a pasar la aduana (fielato) antes de su entrada en Zaragoza, mientras, un guarda a caballo controla que se cumpla todo correctamente.

Todo señala a que con anterioridad a la construcción del Puente de Santa Isabel en 1839, se realizó un intento con otro mucho más poderoso, 22 arcadas parece ser que tenía o que pretendía tener, pues nunca se completó.

Podríamos imaginar que los carruajes que vemos en la foto, procedían de Pastriz, con sus cosechas.

Arancel de 1772. Los pasos por los sucesivos puentes y pontones que a lo largo de los siglos han existido sobre el río Gállego, siempre estuvieron reglados y controlados, nadie se escapaba al obligado peaje
La empresa que lo construyó cobró un peaje durante veinte años y, cuando, terminó este plazo, quedó su conservación a cargo del Estado.




Fotos obtenidas de la página de Facebook, FOTICOS, CARTELES, PANFLETOS, ETC, ANTIGUOS DE ZARAGOZA Y ARAGÓN Y OTROS.